Pizarrin, nos has dejado un vacío enorme en casa, ya nadie nos recibe como tú hacias, ya nadie llora porque quiere que le demos de comer, ya no estas, ya no caminas con nosotros, pero sabemos que en cada paso de que damos hay un angel de cuatro patitas que nos persigue a todos lados, tu familia jamás te olvidará.
Porque el cielo te necesitaba pero nosotros te necesitabamos más.