Mi gordita te nos has ido a los 9 años. Eras la niña mimada de casa y el ojito derecho del yayo. Llegaste a nuestras vidas para llenarlas de amor, luz y felicidad. Sabíamos que algún día llegaría este momento pero no tan pronto. Es muy duro saber que cuando vaya a casa ya no estarás para darme la bienvenida. Descansa con los abuelitos y hazles felices a ellos ahora.