PARI

01/10/2024

Un día,  Carmen te vio y decidió que te necesitábamos en nuestra familia. Te trajo a casa en los momentos más tristes y duros de nuestras vidas.

Te convertiste en la zona de confort de cada uno de nosotros,  un punto de luz,  un momento de alegría entre tanta pena. Tus saltos, tus lametones , tus carreras por el jardin nos ayudaron a sobrellevar la tristeza. 

Después te convertiste en el compañero fiel de papá hasta que se fu ,

 " más que un hermano" decía él. Siempre pegado a sus zapatos. Si no te encontrábamos , solo teníamos que buscarlo a él y allí estabas tu tumbado, a su lado mientras el trabajaba en el jardin.  Siempre a sus pies dándole calor en invierno a la hora de cenar o tumbado a su lado en el sofá ,  durmiendo la siesta. Pronto para salir por la puerta en cuanto el se  levantaba para seguir trabajando en el jardin.

Cuando se fue al hospital esperaste en la puerta su regreso pero no volvió. 

Hasta hoy, has continuado vigilando y cuidando de esta familia junto con Rocky , tu gran amigo, que se fue hace dos años y al que echamos de menos cada día. 

Has sido un perro feliz, muy querido. 

Espero que te reencuentros con todos los que se han ido y continués cuidandoles y haciéndolos felices allá donde quiera que vayas.