llegaste a nuestras vidas como un torbellino de amor, siempre llena de energia y vitalidad. Feliz allá donde hubiera un palito o una pelota cerca, con eso y algo de comida ya no hacia falta nada más. Te encantaba dar paseos por la playa y jugar en algunos parques que ya eran como tu segunda casa. Siempre atenta a si hubiera un grupo de palomas cerca, pues eso significaba que había buffet libre de pan para ese día. Carreras interminables aunque ya no pudieras más y un sin fin de momentos a tu lado que jamás vamos a olvidar. Nuestra Kira, tan pequeña pero a la vez tan grande y llena de amor, tan fiel, atenta y cariñosa, eso si, independiente y con carácter como ella sola. Eres y serás siempre parte de nuestra pequeña familia, nos has llenado de amor en los mejores y peores momentos, porque aunque ya no camines junto a nosotros vas a estar eternamente dentro de nuestros corazones.