YUKI

19/03/2025

Para Yuki, nuestra estrella eterna

Desde el 10 de marzo de 2025, una estrella más brilla en el cielo. Ese día, el mundo se detuvo para nosotros. Yuki, nuestra amada compañera, nos dejó en la misma puerta donde cada mañana nos esperaba, como si quisiera darnos una última muestra de su amor incondicional. Pero aquella vez, ya no nos esperaba despierta y cariñosa, sino en un silencio que rompió nuestros corazones.

Hoy el dolor de su ausencia nos envuelve. Faltan sus besitos, sus caricias, sus llamadas matutinas, su forma de llenar cada rincón con su ternura. Su vacío lo ocupa todo, y aún nos cuesta creer que se ha ido tan pronto, en el mismo día en que cumplía siete años.

Yuki era mucho más que una gata; era familia. Una presencia luminosa, elegante y dulce que nos regaló años de amor incondicional. Blanca como la nieve, con manchas grises que parecían pinceladas sobre un lienzo perfecto, nos acompañó en cada despertar, en cada instante de nuestra vida.

Nunca podremos agradecerle lo suficiente por habernos elegido, por habernos amado como solo los animales saben hacerlo: sin condiciones, sin reservas. Su amor nos transformó, y ese amor seguirá vivo en nosotros, en Akane, en Kora, en cada huella que dejó en nuestro hogar y en nuestro corazón.

No pudimos despedirnos como hubiésemos querido, pero sabemos que nos encontraremos algún día al final del arcoíris, junto a Mongui y Kibö, tus hermanos que también partieron y dejaron una herida en nuestros corazones, al igual que tú. No es un adiós, es un hasta luego, querida Yuki.

Han pasado ya unos días, pero tu ausencia sigue pesando y doliendo. Akane y Kora te buscan. En Akane, su alegría se ha desvanecido, y ahora maúlla desconsolada, esperando encontrarte. Por suerte, Sergio pasa mucho tiempo en casa, y tus hermanas permanecen siempre a su lado. Juntos se consuelan en este duelo que compartimos.

Cristina llora tu ausencia. Extraña las mañanas en las que, mientras se tomaba el café, tú te acercabas a besarla como solo tú sabías hacerlo.

Roy, con sus tres añitos, ha vivido la pérdida de un ser querido por primera vez. Le contamos que subiste en un ascensor para llegar al cielo, y con su valentía nos acompañó en la despedida final. En su inocencia, nos enseñó la fuerza del amor y el recuerdo.

Una nueva herida que se cerrará pero nunca dejará de doler.

Te amamos con locura, por siempre.
10/03/2018-10/03/2025